Al cantar canciones de preferencia se ejercitan e involucran múltiples áreas cerebrales: como la atención, la memoria musical y el lenguaje, al evocar la letra, melodía y ritmo; la memoria autobiográfica, al acceder a recuerdos significativos asociados a dichas canciones, y el sistema que regula las emociones, al generar placer y motivación impactando de manera positiva en el estado de ánimo de la persona.